Por Conservadurismo
«Las ideas son como los
clavos, cuanto más se les golpea,
más adentro se meten»
(Alejandro Dumas)
El Perú es un país
dividido. Y
quizás, así nació. Por esa razón esta verdad evidente, pasada por alto durante
prácticamente dos siglos, está terminando por acabar con aquel país y con ello
perjudicar a cada peruano. El Perú nunca abandonó el Virreinato.
Por eso, del otro lado, los abusadores de todo derecho pasan por encima, pisoteando en un claro atentado contra la integridad individual de cada peruano y de esa forma convirtiéndose en un obstáculo para el bien común.
La realidad histórica nos permite ver con optimismo y confianza, que no somos los primeros, ni seremos los últimos. Una nueva gesta independentista se hace necesaria en Latinoamérica para lograr una meta inconclusa, el de la Unión, empezando por el Perú. Si Cataluña exige su independencia, nosotros los hijos del pueblo, también necesitamos una. Es necesario el nacimiento de un nuevo estado. EL NUEVO ESTADO CONFEDERATIVO, conformado por nosotros.
Es importante reconocer y declarar que nosotros, las personas, no somos propiedad de ningún Estado; sino que por encima de ello, somos personas con derechos inherentes, como el de la libertad para elegir nuestro destino común y nuestra vida propia. Por ende, nuestra propia forma de gobierno, con nuestras propias leyes y nuestras propias tradiciones.
Llegó el momento de mirar las cosas tal como son, de aceptar la realidad con valentía, de demostrar que no hablamos, sino decidimos. De saber hacer una revolución silenciosa. Que pueden darnos un desierto, como territorio, y demostraremos que en él podemos levantar un Paraíso, mejor que el Edén. Este es el momento de echar la semilla del nuevo jardín, del Nuevo Estado Latinoamericano.
Como el noble Alfredo González-Prada en 1915, volvamos a decir: “Hagámonos la firme resolución de conquistar el bienestar que nos falta y la libertad que ambicionamos; la propia autosugestión del deseo unánimemente deseado nos volverá capaces de obtener todo aquello que ahora nos sentimos impotentes de conquistar.” Pese a la oscuridad del presente, seremos grandes, si mantenemos la voluntad firme y nuestros pies caminan hacia adelante, todos los días.